The Elder Scrolls V: Skyrim
Candidato a juego del año.
Los próximos minutos son una serie de encuentros con los Draugrs -guerreros no muertos del pasado, enterrados para proteger un sitio sagrado donde los Nords preparan a sus muertos para su camino hacia el cielo. Son esqueletos guerreros bastante básicos, pero se deslizan hacia las catacumbas y emergen de lugares sombríos.
Afortunadamente puede utilizar luz contra ellos, o aprovecharte del escenario para clavarlos en pinchos o ahogarlos en aceite hirviendo.
Tras varios combates con estos Draugr, habitaciones llenas de cuchillas giratorias y un tranquilo viaje por una cueva con un riachuelo (esa agua se utilizará bastante como guía visual para las mazmorras, parece), llegas al Hall de las Historias, donde puede insertarse la garra del dragón en un mecanismo. Pero no se abre la puerta. El truco resulta ser el mirar en tu inventario para descubrir una secuencia de inscripciones rúnicas en el reverso que te dan pistas de cómo utilizarlo.
La puerta se abre lentamente y llegas a una escalera de piedra en ruinas, pasas por una cueva llena de murciélagos, y alcanzas otra caverna donde haces de luz y cascadas rodean un bellísimo altar, o algo así, donde hay una inscripción antigua iluminada.
Esta es una de las "Paredes de Palabras" de Skyrim. Como un Dragonborn, puedes hablar la antigua lengua de los dragones. Al final de ciertas misiones, en puntos clave y cuando visitas los Barbagrises en la cima de la Garganta del Mundo, aprenderás algunas palabras. Hay alrededor de dos docenas de gritos de tres palabras.
Esas palabras solas son como conjuros poderosos -ese te permite ralentizar el tiempo- y a medida que consigues más palabras puedes crear gritos enteros y utilizarlos para darle otra dimensión a los combates y a la exploración. Puedes ponerte una combinación de conjuros, armas y también esos gritos al mismo tiempo. Recibir uno de ellos sienta como una recompensa que merece la pena tras un largo y difícil camino.
Cuando salimos al exterior al cabo de unos minutos, la presentación acaba con la lucha contra ese dragón de antes. Utiliza sus propios gritos, y se los devuelves ralentizando el tiempo y dándole en la cara con un mazo Elven, a la vez que esquivas los ataques que te intentan llevar a un terreno incómodo.
Si lo haces bien matas al dragón y su cuerpo se envuelve en llamas, dejando tras de sí un esqueleto. "Como eres un Dragonborn, cuando matas a un dragón devoras su alma", dice Todd Howard. No dice más sobre este asunto, por el momento. Fundido a negro.
Durante las preguntas de después de la presentación, es gracioso ver lo mucho que nos queda por escuchar sobre Skyrim y lo mucho que se está decidiendo, todavía. Ahora mismo el tema de los gritos se basa en una mecánica de esas en las que tienes que esperar un tiempo para volver a utilizarlos, pero podría acabar basándose en una mecánica sobre recursos, por ejemplo.
Tampoco hay nada decidido acerca de las monturas o los niveles de dificultad. Las preguntas sobre gremios, facciones, alquimia y crimen no se responden. Por lo menos descubrimos que puedes tener propiedades, y Howard dice de refilón que quizás algunos dragones no serán tus enemigos.
También entendemos que subir de nivel es más rápido que en Oblivion o que en Fallout 3, así que acumulas más perks (no te preocupes, sin embargo, porque no llegarás al máximo demasiado rápido). Un nuevo enfoque a las habilidades quiere decir que cada habilidad afecta a tu nivel, y eso, dice Howard, te animará a utilizar un rango más amplio.
A pesar de los huecos que quedan por rellenar, ha sido una primera impresión fantástica de un mundo en el que probablemente acabaremos pasando un montón de tiempo a final de este año.
Bethesda lleva haciendo juegos de Elder Scrolls desde 1994 y alguien de fuera puede pensar que están acostumbrándose. Una hora en la compañía de Skyrim te recuerda que aunque utilizan temas habituales no se están quedando nada atrás.
Aunque sea en forma de primeras impresiones, Skyrim te engancha con sus escenarios majestuosos. Te agarra con sus detalles de fondo. Cuando comienzas a familiarizarte con el contenido, utilizando esos fabulosamente elegantes sistemas nuevos, ya te han ganado. Y da que pensar, esto es solo el principio...