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The Secret World

Todo es verdad.

"¿Qué es The Secret World (El Mundo Secreto)? No es una dimensión paralela, no es una realidad alternativa, es el mundo que hay fuera de estas persianas. Está abajo de ese callejón a la izquierda y tras la verja, es una casa abandonada, es un pequeño y extraño poblado en el medio oeste, es ese bosque embrujado, es todos esos lugares que evitamos, todos los sitios que nos hacen sentir inseguros, son las historias en las noticias acerca de personas desaparecidas que creen que han sido asesinadas pero que se ocultan datos, son las cosas que las autoridades no quieren que sepamos, lo que los gobiernos ocultan, lo que esconden las sociedades secretas. Eso es "el mundo secreto". Es un mundo tras detrás de nuestro mundo, oculto tras un velo".

Ragnar Tornquist, alto y esbelto, animado, juvenil y con los pelos alborotados está caminando por su lujosa suite en un hotel de San Francisco. A pesar del buen día que hace fuera, la habitación está decorada con mapas crítpticos, libros extraños y un antiguo equipo de radio. El autor del juego habla despacio y en su marcado acento noruego, deseando que su fino entusiasmo nos distraiga del hecho de que todavía no ha contestado esa pregunta que él mismo ha formulado.

Y, para ser sinceros, lo logra bastante.

¿Qué es The Secret World? Es el próximo MMO de Funcom, los desarrollares encargados de Anarchy Online y Age of Conan: Hyborian Adventures. Está ambientado en el mundo real y contemporáneo, pero tiene elementos de fantasía oscura, conspiraciones antiguas y de las ciencias ocultas. Lo dirige Tornquist, ampliamente conocido por sus aventuras The Longest Journey y Dreamfall. Está todavía, como reconoce Tornquist, "en la fase del hype".

Así que no vamos a tener demasiados detalles concretos de esta presentación en la Game Developers Conference, y no vamos a ver el juego en directo. Vamos a ver arte del juego y un par de tráilers impresionantes. Uno de ellos ya lo podemos compartir con vosotros. Y vamos a aprender un hecho difícil y muy importante.

The Secret World no tendrá clases o niveles. Esto, apunta Tornquist, no es en absoluto un diseño típico de MMORPG; él lo describe como un "aventura MMORPG de acción" con "combates rápidos y reactivos". Aunque evidentemente habrá progresión del personaje e incentivas para jugar durante mucho tiempo, "The Secret World empieza donde otros MMOs acaban", dice. "No hay que seguir obligatoriamente un camino preestablecido. Llevas a tu personaje desde el mismo estado en blanco inicial de "personal normal" como todo el mundo y lo desarrollas de la forma que prefieras.

Además, el juego final (que sabemos que tendrá Londres, Nueva York, Seul, Nueva Inglaterra y Egipto como localizaciones de inicio) será abierto desde el principio, aunque algunas áreas serán más difíciles que otras, y algún contenido está previsto para personajes más desarrollados. Según Tornquist, "no lleva mucho tiempo" que un personaje nuevo pueda unirse a amigos que llevan jugando durante meses".

Yo lo quiero de... fresa.

La personalización de los personajes es completamente libre y permite que los jugadores exploren caminos como la magia negra, el voodoo y la brujería, así como las artes marciales, armas antiguas y armas de fuego modernas. "Si quieres ser un personaje que tiene algo de magia y de combate cercano puedes utilizar una shotgun y un muñeco de voodoo y puedes patear culos utilizando sólo tus puños y tus pies; puedes hacerlo. Si quieres centrarte en una sola dirección y ser un soldado temible que viste un chaleco Kevlar, botas de combate y una cinta en la cabeza, también puedes", dice.

No obstante, adquirir nuevas habilidades en nuevas áreas será la clave para desarrollar tu personaje. "Tu personaje progresa a medida que expandes tu baraja de cartas, a medida que expandes las posibilidades que tienes", dice Tornquist. "Nunca tendrás que crear un segundo personaje". Las aventuras que tendrás disponibles estarán limitadas por la especialización del personaje y por tu poder total —que, combinado con la falta de niveles frenéticos, aumenta la intrigante perspectiva de jugar en grupo.