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The Sky Crawlers

¿Por qué el cielo es azul?

The Sky Crawlers: Innocent Aces es una adaptación al videojuego de la película de animación homónima dirigida en 2008 por el gran Mamoru Oshii (Ghost in the Shell) y que a su vez es una adaptación de una serie de cinco novelas escritas por Hiroshi Mori que se han venido publicando desde 2001. Aunque en apariencia podríamos pensar que su argumento se sitúa durante un período próximo a la Segunda Guerra Mundial, lo cierto es que esta historia tiene lugar en un período temporal alternativo. Nos narra las peripecias de una compañía de jóvenes pilotos cazas de combate que se ven envueltos en una gran guerra que enfrenta a las grandes corporaciones de la industria armamentística.

Es en este metafórico mundo que vive por y para el conflicto –que recuerda al genial corto “Cannon Fodder” de Katsuhiro Otomo– donde tiene lugar un argumento que siguiendo el canon de muchas obras japonesas ahonda en las dudas existenciales de estos jóvenes protagonistas y en especial de la joven Maumi Orishima. ¿Qué es la guerra? ¿Hasta dónde alcanza el infinito cielo azul? ¿Cuál es el sentido de la vida? Todo ello mientras el jugador se pregunta... ¿Cuándo empezará la partida? Si os van este tipo de paranoias mentales y tenéis paciencia para aguantar ese tempo narrativo tan típico de las series anime japonesas seguro que disfrutaréis formando parte del escuadrón Cougar, el equipo al que nuestro protagonista Lynx. Con él nos alistaremos y daremos nuestra vida por la Corporación Rostock, nuestro bando en esta guerra aséptica en la que los conceptos de bien y mal no tienen ningún sentido.

Ahora bien, más allá de las escenas de animación de indudable calidad que nos explican esta trama y que están realizadas por el prestigioso estudio Production I.G. (Tales of Vesperia), lo que subyace es un juego de combate aéreo en el que la acción arcade predomina sobre la estricta simulación. Se trata de un género muy poco cultivado en la consola de Nintendo y por lo tanto parte con la ventaja de una competencia prácticamente nula. El juego dispone de un modo Historia que se estructura en 18 misiones en las que deberemos cumplir una serie de requisitos para ir avanzando. Luego podremos repetir las misiones que más nos hayan gustado en el modo Misión Libre, y aquí acaba la cosa.

La forma de controlar el Suiga y el resto de aviones que podremos pilotar en este juego es doble. Por un lado podemos optar por hacerlo con la combinación estándar de WiiMote + Nunchuk y por el otro, optar por el más tradicional Mando Clásico o el de GameCube. Si bien con la configuración de mando clásico nos encontraremos con menos imprecisiones fruto de la imperfecta detección de movimientos, lo cierto es que jugar con el WiiMote tampoco es una mala opción.

Con el WiiMote controlaremos la velocidad del avión y ejecutaremos las maniobras tácticas, mientras que moviendo e inclinando el Nunchuk en cualquiera de las cuatro direcciones controlaremos la trayectoria. Es reconfortante comprobar que a pesar de puntuales errores de detección la maniobrabilidad está bastante bien resuelta y la sensación de estar volando conseguida. A todo esto, dispondremos de tres tipos de controles (Principiante, Normal y Experto) con los que podremos activar o desactivar distintos tipos de asistencias que harán más o menos fácil el manejo de los aviones caza.