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The Sly Trilogy

Atraco perfecto.

A juzgar por la avalancha de anuncios que hemos recibido últimamente, parece claro que Sony va a crear escuela con su línea Classics HD destinada a relanzar juegos de la pasada generación con un buen lavado de cara. De momento hemos podido ver de todo, desde conversiones que hacen palidecer a alguna cosilla de esta generación (God of War Collection) hasta cutreports infectos que desmerecen el original (Prince of Persia Trilogy HD). Por suerte, parece que esta Sly Trilogy se acerca más al primero.

Esta colección reúne los tres títulos de Sly Raccoon que salieron para la 128 bits de Sony, a cargo de Sucker Punch (inFamous): Sly Raccoon, Sly 2: Band of thieves y Sly 3: Honor Among Thieves. El protagonista de esta saga es el mencionado Sly, un mapache descendiente de una familia de ladrones que sólo roban a otros delincuentes. Tras el asesinato de sus padres cuando era apenas un niño, es enviado a un orfanato donde conoce al hipopótamo Murray y la tortuga Bentley, con quienes forma un equipo de ladrones dispuestos a recuperar el Latronius Mapáchibus, que detalla todas las técnicas de robo de la familia.

El primer título de la saga es el más plataformero. Cada mundo se compone de una zona central con teleportadores que llevan a las distintas pantallas. A pesar de cierta linealidad, todos los niveles están resueltos con una eficacia y elegancia ejemplares, con un diseño de niveles envidiable que a día de hoy no ha quedado nada desfasado (quizá lo de las muertes a un toque, que corregirían en la siguiente entrega, sea lo más frustrante). No se puede decir lo mismo de los mini-juegos, especialmente las carreras, peores que un dolor de muelas. En cualquier caso, pequeñas manchas en un título con un enorme carisma apoyado en su protagonista, que a base de frases ingeniosas y flirteo con su perseguidora, la inspectora Carmelita Fox, consigue tenernos enganchados a la pantalla durante todo el juego. A su vez, los escenarios están muy bien caracterizados, seña de identidad de la saga que tendrá su cumbre en el Sly 3 (Venecia).

En Sly 2 se pasa a un mundo de estructura mucho más abierta, cercano al sandbox que emplearían más tarde para inFamous aunque a mucha menor escala. Desde ese momento la mayoría de misiones se realizan en un escenario común, donde las misiones se desarrollan al estilo de las pelis de atraco perfecto, donde se va preparando el terreno para una operación final. Se incrementa considerablemente la importancia del dinero, que se utiliza para comprar habilidades y que casi siempre se debe robar con sigilo a los guardias.