Tom Clancy's EndWar
Convierte tu voz en un arma de destrucción masiva.
Mientras mastican su dosis diaria de cultura catódica, los Ramírez escuchan unas extrañas voces que provienen del piso del al lado. Sin dudarlo un segundo bajan el volumen del televisor para oír mejor de qué se trata. Se arriman a la pared y, para su sorpresa, esto es lo que oyen: “Unidad 5 ataca a enemigo 7”... “Atención tanques ir a Foxtrot”.... “Guerra electrónica”... “¡Unidad artilleros retirada a Whisky!”. Estos jóvenes de hoy en día, piensan, y vuelven a sus butaquitas forradas de plástico. ¿De quién se trata? Pues de Jacinto, el vecino, que está conquistando el mundo...
Esto es en líneas muy generales lo que nos ofrece EndWar, hacernos con el poder del planeta guiando a diferentes ejércitos que acatarán nuestras ordenes gracias a la implementación de un sistema de reconocimiento de voz muy logrado. Es, además, un juego de estrategia en tiempo real para consolas y que, encima de todo... ¡Es bueno! Algo digno de elogio para Ubisoft Shanghai, el estudio de desarrollo que ha llevado el futuro apocalíptico del escritor de literatura tecno-militar Tom Clancy a un terreno tan poco dado a estos títulos como el de Xbox 360 y PlayStation 3 (sin olvidarse del PC, claro). En este sentido, EndWar se suma a juegos como Civilization Revolution o el próximo Red Alert 3, auténticos clásicos de los compatibles que dan el salto a las consolas por motivos meramente comerciales, pero que están consiguiendo hacer ver a los más escépticos que no siempre hace falta un ratón para convertirse en un auténtico Patton de la estrategia lúdica.
En esta ocasión no asistiremos a un relato de super-espías patrióticos, sino que al señor Clancy se le ha ocurrido “deleitarnos” con algo más grande: un conflicto a escala global con tintes de Tercera Guerra Mundial y con la conspiranoia de un alzamiento ruso que amenaza a los Estados Unidos y a la llamada Federación Europea. A todo esto se suma la coyuntura de un escenario donde el petróleo empieza a escasear y en el cual el desarrollo tecnológico está llevando a las naciones a construir escudos antimisiles, militarizar el espacio y recuperar el espíritu de la Guerra Fría en pleno 2020.
Todo ello presentado ante nosotros con la robustez de que tenemos algo muy gordo entre manos y que de nosotros depende la paz en la Tierra. En este sentido cada vez que enciendas la consola y empiecen a explicarte tu misión con mil y un detalles, seguramente os acordaréis de aquel profesor de la escuela que os encargaba mogollón de deberes para el fin de semana. Sin duda siempre hay que quitarle hierro a las teorías de este escritor norteamericano, pero el escenario que dibuja en este juego nos ha parecido tan escalofriante como interesante. Como dato curioso, EndWar tiene lugar en el mismo universo de juegos como Ghost Recon, HAWX, Rainbow Six o los Splinter Cell.
“¿Es el enemigo? ¿Ustedes podrían parar la guerra un momento?”
Si por algo será recordado EndWar es por su impecable sistema de comandos de voz, que es con toda seguridad el mejor que se ha visto hasta la fecha en un videojuego. No podemos decir que sea algo realmente innovador, porque otros títulos ya lo incorporaban, pero sí que es el que mejor resultados ha dado jamás. Utilizarlo es tan sencillo como dejar apretado el gatillo derecho del mando y decir la orden que queremos dar y que conocemos gracias a unos menús desplegables que aparecen en la pantalla a medida que soltamos la frase. Así, en primer lugar anunciaremos la unidad sobre la que damos ordenes (“Unidad 5” o “Artillería”), después la acción en concreto (Ir a, Atacar, Asegurar,...) y finalmente el lugar donde nos moveremos o sobre quien actuaremos (ya sea un enclave tipo “Bravo” o una unidad enemiga). Para hacerlo podéis utilizar los headset típicos de la consola o bien utilizar cualquiera que disponga de Bluetooth, sirve hasta el del móvil.
De buenas a primeras, seguramente os costará cogerle el truco a la pronunciación, el tono y el ritmo, pero en apenás media hora de juego ya estaréis dando órdenes como cosacos. Evidentemente, la máquina también nos dirá de vez en cuando que no nos entiende, pero será en pocas ocasiones y os sorprenderá cómo acierta en su interpretación. Un diez para este sistema que además se complementa con las opciones que podemos controlar con el mando, ya sea para girar la cámara, cambiar de unidades (algo que se hace un poco molesto y puedo confundir un poco) o crear grupos de unidades. Lástima, eso sí, que no todo el control sea mediante la voz... Ya me imaginaba yo con el batín recorriendo el comedor de casa, con las manos en la parte trasera de la cintura en actitud de comandante, oculto tras unas Ray-Ban Aviator y mirando a la vecina del tercero de forma sombría por la ventana mientras cabizbajo diría: “¡Unidad 3 capturar Alfa!”.